Vivir con pérdida auditiva 

Kevin Hotaling es un estudiante de segundo año de Sociología y Estudios religiosos en Stonehill College, North Easton, Massachusetts. Kevin tiene hipoacusia neurosensorial congénita, lo que se traduce en una audición mínima en la parte izquierda desde su nacimiento. Debido a su dificultad de audición en el oído izquierdo, Kevin se colocaba constantemente a la izquierda de las personas para oírlas bien, pero se le escapaban palabras, expresiones y a veces frases completas. También tenía dificultades en entornos sociales.
«Mi pérdida auditiva empeora cuando estoy en un lugar amplio y abarrotado de gente, como la cafetería del colegio o un auditorio». Al ser una persona sociable y estudiante universitario, esto suponía una barrera difícil.

Durante muchos años, Kevin utilizó audífonos retroauriculares. A pesar de que tenían algunos aspectos positivos, experimentó problemas de infecciones de oído y no quería un dispositivo que permaneciera en el oído acumulando bacterias. También experimentó problemas con la calidad del sonido. «Funcionaban todo lo bien que podían, pero la calidad de sonido siempre parecía muy mecánica. Parecía como si escuchara una emisora de radio con un poco de ruido de fondo».

Explorar sus opciones

Tras probar varios dispositivos de audición, Kevin oyó hablar de las prótesis auditivas osteointegradas gracias a una de las compañeras de trabajo de su madre, que trabaja como maestra. Como maestra dependes mucho de tu capacidad auditiva, así que entendió por lo que Kevin estaba pasando. «Me habló sobre el implante osteointegrado, y los resultados fueron espectaculares».

Los resultados que experimentó eran alentadores, pero Kevin aún estaba indeciso por la intervención quirúrgica. «A pesar de que la operación no era nada nuevo para mí, la idea de que algo me perforara el cráneo me resultaba muy inquietante. Además de eso, no sabía de nadie de mi edad que se hubiera sometido a esa intervención. Solo sabía de adultos y de niños pequeños con ese tipo de dispositivos».
 
En lugar de decidirse inmediatamente por esa opción, Kevin primero quería experimentar las ventajas de Oticon Medical Ponto Plus. Su audiólogo le permitió que se llevara a casa un sistema Ponto con una cinta para la cabeza durante el fin de semana. Se lo puso en una fiesta familiar para probar si podía funcionar en un lugar donde hubiera mucha gente. «Me dieron la oportunidad de probar el dispositivo con una cinta para la cabeza. De momento, noté una gran diferencia en mi calidad de audición. Le di muchas vueltas hasta que probé la cinta de prueba. Si hay uno disponible, pruébalo, porque te convencerá». 

Cirugía y activación

Tras probar el procesador de sonido Ponto, Kevin estaba preparado para recibir la prótesis auditiva osteointegrada. A pesar de que estaba informado sobre la cirugía, se quedó sorprendido por la facilidad del procedimiento y por la rapidez de recuperación para continuar con sus actividades cotidianas. «La cirugía no fue tan mal. Tuve más problemas cuando me operaron de las amígdalas. Me recuperé mucho más rápido de lo que había pensado. Por la mañana estaba en el hospital, por la tarde en casa, y por la noche en un restaurante».

Kevin recibió su Ponto Plus el 13 de octubre del 2014, y los resultados le dejaron sin palabras. «No tenía palabras. Sabía que iba a ser similar a la cinta de prueba, pero fue mucho mejor. Es difícil describirlo si no has experimentado pérdida auditiva. Con los audífonos anteriores, pensé 'está bastante bien', pero con el sistema Ponto puedo escuchar todo».

Lograr mejores resultados

Desde el segundo año de instituto, Kevin ha participado en clases de teatro musical, y ahora actúa con el coro de la capilla. «Hago teatro porque me permite conocer e interactuar con gente a un nivel completamente diferente. Cuando actúas con alguien, tratas de potenciar los puntos fuertes de los demás, además de mejorar sus puntos débiles. Mis mejores amigos son los que he conocido en el escenario».
 
Puede ser difícil cantar en un coro rodeado por otros mientras te concentras en tu propia actuación, pero Kevin confió en que su Ponto Plus le ayudaría. «Ahora soy capaz de centrarme continuamente en mi propia voz con estudiantes a mi alrededor. ¡El coro viajará a Irlanda en enero, y no puedo estar más contento!»

Oír con claridad 

Ahora Kevin oye claramente sin experimentar ningún problema con el dispositivo. No tiene que preocuparse por los audífonos, que contribuyen a las infecciones de oído, y el procedimiento es mínimamente invasivo.

El cambio en la audición de Kevin ha supuesto una gran diferencia. Como dijo Kevin, «Me siento como si pudiera oír por primera vez en mi vida».

«Podría pasarme horas hablando sobre cuánto me gusta el procesador de sonido Ponto. No hay nada que no me guste. La calidad de sonido es increíble. Todo suena diferente, mucho mejor. ¡Ya no tengo que asegurarme de que la persona que me habla esté en mi “lado bueno”, porque ahora ya no tengo lado malo!» 

«¡Ya no tengo que asegurarme de que la persona que me habla esté en mi “lado bueno”, porque ahora ya no tengo lado malo!»

Kevin había crecido acostumbrado a andar, sentarse y ponerse a la izquierda de los grupos y personas para oír lo que decían. Las infecciones de oído y las ventajas mínimas de los audífonos alentaron a Kevin a buscar una mejor solución. Un día la madre de Kevin oyó hablar a un colega sobre cómo las prótesis auditivas audiointegradas le cambiaron la vida.

Nombre: Kevin Hotaling
Profesión: Estudiante universitario
Indicación: Pérdida auditiva congénita severa (lado izquierdo)